I love... Reencuentros

¡Y los amo en serio!

Imagen tomada de acá

Admito que no me gusta ver a mis amigos todos los días, y aquí hablo de los AMIGOS, de  mis hermanos del alma, a los que amo más que a nada en la vida. Sí, a ellos es a los que no me gusta ver.  A algunos los conozco desde que estaba en el liceo, a otros desde la universidad y a una la conocí en la iglesia (hace muchos años cuando hice la confirmación).

Es cierto que los amo y eso no lo va a cambiar el hecho de no verlos. Detesto conversar por ellos en msn o dejarles mensajitos en facebook; me gusta llamarlos un día y decirles “mira chico, vamos a vernos” ¡y ya! Tal vez sea por eso que me he ganado apodos como “la niebla” (porque nunca aviso cuando llego ni cuando me voy) o “eclipse” (no creo que necesite explicación).

Pero es precisamente porque los amo que no los veo tanto, ya que creo que no hay nada más aburrido que estarse echando los mismos cuentos todos los días y eso es lo que pasaría si nos viéramos a menudo. Mi vida no es tan interesante que necesite estarlos actualizando todas las semanas porque de lo contrario “se perdieron la novela”; cuando me meta a puta, a asesina a sueldo, a asaltante de bancos o las tres cosas, ese día las cosas cambiarán pero hasta entonces tendré los mismos problemas de clase media, seguiremos discutiendo de política, de películas, de libros, de por qué terminó con fulanito si se veían tan felices o de por qué no siguió con su señora de las cuatro décadas (perdón por utilizar una frase de el innombrable acá) si estaba chévere y etc, etc, etc.

Mis amigos son interesantes, divertidos e inteligentes ¡Los quiero! y como diría Marlin –señor padre de Nemo- : “¡Claro que te quiero! Y porque te quiero no quiero verte”.

Marlin diciéndole a Dory la frase mencionada. 

No quiero verlos por verlos, quiero reencontrarlos, conocerlos de nuevo, descubrir que han cambiado y sentirme orgullosa porque los cambios fueron para mejor. Por eso nos vemos cuando podemos, sin presiones. Si tenemos meses o años sin vernos mucho mejor ¡así tendremos más que contarnos! Sin limitaciones de caracteres, sin emoticones baratos, viéndonos a la cara y hasta que se nos canse la lengua; y como son mis amigos y me conocen, saben que esto último no ocurrirá rápido.

Dedicado a mis amigos. Los amo y prefiero morir que aburrirme de ustedes. ¡Hasta el próximo reencuentro!