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| imagen tomada de acá |
Para mi dicha, @RMTF escuchó leyó la súplica que hice el día 18 de febrero en la noche, cuando le pedí que se portara bien el día siguiente porque era mi cumpleaños, y nada peor que celebrar el día que naciste tratando te interpretar una asignación al estilo de "una alpargata fashionista". Y perdonen que insista tanto con el tema, pero es que estoy convencida que ese va a ser uno de los retos.
Festejé mi cumpleaños desde temprano en la mañana, ya que tuve que madrugar para ir a resolver unos trámites en la Alcaldía del Municipio ¿bonito, no? Por suerte le gané a la burocracia y pude terminar todo en corto tiempo (unas 5 horas, aproximadamente) por lo que de vuelta a casa pude dedicarme a tomar una siesta.
Lo sé, celebro en grande; pero en honor a la verdad este año no tenía ganas de hacer nada. Simplemente porque no me encuentro donde querría estar (ni en la vida, ni geográficamente) motivado a mi obsesión de quererlo todo y quererlo ahora en la que estoy trabajando; además de trabajar por lo que quiero.
Cuando desperté, recibí una noticia que me hizo querer celebrar la noticia aún menos, porque se murió el papá de una persona a la que aprecio mucho, que abrió las puertas de su casa a mí y a mi familia cuando íbamos a Margarita y cuya familia es tan generosa que sé que esas puertas seguirán abierta cualquier día que las necesite.
Afortunadamente (aunque no sé si la palabra se ajuste a las circunstancias) el desafío no era difícil y apenas lo leí tuve una idea de lo que quería hacer, porque creo que todo adolescente pasó por esa etapa de ¿l@ llamo o no l@ llamo?
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| Día 19: Un titubeo |
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